De acuerdo a la OPS (2010) “Cuando una niña o adolescente está inmersa en una situación de desvalía, riesgo, ignorancia y subordinación, y asfixiada por las normas sociales que tiene interiorizadas, se considera que está desempoderada; esto es, carece del poder que le corresponde por derecho considerando múltiples obstáculos de tipo psicológico, cultural, económico, social, legal y otros que enfrenta”.
La autoestima se ve afectada en contextos donde se desvaloriza y se refuerzan sentimientos de minusvalía hacia las niñas, inhibiendo la capacidad interna de legitimar los propios deseos, necesidades y proyectos.
De igual manera, la autonomía, vista como la capacidad de realizar actividades y tomar decisiones, se retrae al requerirse el consentimiento de la autoridad masculina, sea el padre o los hermanos (incluso menores).
Con frecuencia se trata a las niñas como inferiores y se les enseña a ser siempre las últimas. La presión para adaptarse a roles tradicionales de género afecta significativamente la identidad y autoestima de las niñas y adolescentes.
Las niñas son más susceptibles a la violencia y por otro, la violencia las desempodera. Este problema les afecta en todo el mundo, sin importar clase social, religión o grupo étnico. Adicionalmente, las normas y valores que sitúan a las niñas y adolescentes en una posición subordinada con respecto al hombre mantienen, refuerzan y perpetúan este tipo de violencia.
Entre los desafíos que afrontan las acciones para empoderar a las niñas están alcanzar a los grupos más vulnerables de la sociedad: las de mayor marginalidad y exclusión social, desafío que EQUIPAZ asume a través de su Modelo de Empoderamiento para Niñas y adolescentes MODEMPO.
Nuestro MODEMPO busca a través de sus componentes la expansión de la libertad de escoger y de actuar en un espacio seguro, libre de las violencias.
Cuenta con 4 componentes: